Viendo como estaba el trabajo en el sitio en el que vivo no podía esperar más, el paro se me acababa y debía buscar la forma de conseguir dar un giro a mi vida, así que se me ocurrió marcharme a la costa con la ayuda económica de mis padres para ver que podía hacer allí. La verdad es que hasta que no estas allí no te das cuenta de la gran cantidad de demanda que hay por todos lados, al haber tanto turismo las tiendas siempre están a rebosar, la verdad es que allí la gente siempre tiene algo que comprar y así fue como pensé en invertir en un negocio. Al principio estuve buscando el local perfecto ya que me interesaba que estuviera cerca de la playa y por un sitio por el que pasara mucha gente, fue algo complicado sobre todo por los precios tan elevados que encontraba en los alquileres, pero al final tuve la suerte de encontrar lo que de verdad estaba buscando.

Hay veces en las que para ganar hay que perder así que yo tuve que arriesgarme, invertir un poco más de lo que tenía pensado, pero al final valió la pena. La verdad es que no te das cuenta de lo que puedes llegar a trabajar hasta que no estás en un sitio en el que hay tanta gente, un sitio en el que hay días en los que no te puedes ni sentar, pero es lo que siempre yo había querido pode trabajar sin miedo y a no pensar en que iba trabajar un día sí y tres no. Pues bien comencé con la apertura de mi negocio, la idea ya la llevaba, debía ser algo llamativo que llamara la atención de los turistas, y de toda la gente que vive allí, en primer lugar, no quería una tienda en la que todo estuviera apelotonado, donde la gente no pudiera ver ningún producto, quería algo que se viera nada más pasar por eso opté por el uso de expositores de metacrilato, algo que va muy bien hoy en día en los negocios, la idea fue entrar en la web http://www.expositores-metacrilato.es/ y elegir los que más iban con lo que yo quería, puedo decir que fue la mejor compra que he hecho para la tienda, ya que puedo tener mi negocio siempre bien organizado.